Fuerte postura de Trump a favor del endurecimiento de la política migratoria en Europa

El Consejo de la Unión Europea aprobó en la jornada de ayer un significativo endurecimiento de las políticas migratorias a través de dos regulaciones fundamentales: la reforma del concepto de «tercer país seguro» y la aprobación de un nuevo Reglamento de Retornos.

Esto último permitirá la creación de centros de detención en el extranjero para expulsar a migrantes que hayan recibido una orden de expulsión tras el rechazo de su solicitud de asilo, según explicó el medio France24.

Hasta ahora, la normativa vigente ordena que debe existir una «conexión significativa» entre el solicitante de asilo rechazado y el país al que sería devuelto. Ese nexo podía ser por nacionalidad, residencia anterior, o vínculos familiares.

Sin embargo, ahora el nuevo marco jurídico elimina ese requisito al aclarar que los Estados miembros podrán considerar “seguro” un país para una devolución si el migrante transitó por él en su camino hacia Europa, aun cuando no haya llegado a detenerse allí. 

Se trata de la primera base legal europea para crear centros de detención de migrantes en terceros países, que funcionarán bajo acuerdos bilaterales entre Estados miembros de la UE y países terceros no comunitarios.

Esta trascendente decisión se da en un marco propicio para este tipo de medidas, cuando distintos países de Europa vienen debatiendo intensamente sobre el espinoso tema de la inmigración, y donde también el Presidente de EEUU, Donald Trump, lo tiene como un eje central de sus políticas.

Tal es así, que el gobierno norteamericano divulgó un documento el viernes pasado, en el cual afirma que Europa se enfrenta a la “sombría perspectiva de que su civilización sea borrada” y prometió que Estados Unidos apoyará a “los partidos patrióticos de ideas afines en todo el continente para evitar un futuro en el que “algunos miembros de la OTAN se convertirán en una mayoría no europea”, según informó el New York Times.

En todo lo que hacemos, damos prioridad a Estados Unidos”, escribió Trump en el prólogo del documento, que calificó como una “hoja de ruta para garantizar que Estados Unidos siga siendo la nación más grande y con más éxito de la historia de la humanidad”.

Así mismo, advierte que Europa va camino de volverse “irreconocible” debido a políticas migratorias que, según afirma, están minando las identidades nacionales de los países europeos. Y afirma que la política de Estados Unidos debería ayudar a Europa a “corregir su actual trayectoria” en el transcurso de las próximas décadas.

Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su autoconfianza civilizatoria y que abandone su fracasado enfoque de asfixia normativa”, se lee en el documento de 33 páginas.

Nuestro medio viene publicando sucesivos informes sobre la cuestión desde hace dos años.

En diciembre de 2023, informábamos que “Austria, Dinamarca, Alemania, Italia, Noruega, Polonia, Suecia, Francia, Eslovaquia y Eslovenia han implantado o ampliado dichos controles, alegando razones como la presión sobre los sistemas de recepción de asilo, las amenazas de tráfico de armas, las redes delictivas relacionadas con la guerra de Ucrania, la preocupación por el terrorismo y la migración irregular.

La decisión se enmarca dentro de lo que permiten las reglas del Schengen. ¿Qué significa esto?

El espacio Schengen comenzó en 1985 como proyecto intergubernamental entre cinco países de la UE (Francia, Alemania, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo) y se ha ido ampliando gradualmente hasta convertirse en la mayor zona de libre circulación del mundo.

Formar parte de un espacio sin controles en las fronteras interiores supone que los países no efectúen controles en sus fronteras interiores, excepto en caso de amenazas específicas; y lleven a cabo controles armonizados en sus fronteras exteriores conforme a unos criterios claramente definidos.

El conjunto de normas que rigen dicho espacio se denomina Código de fronteras Schengen.

En la actualidad, abarca más de 4 millones de kilómetros cuadrados, con una población de casi 420 millones de personas, que viajan entre los países sin someterse a controles a fronterizos e incluye 27 países: 23 de los 27 Estados miembros; y todos los miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza).

Algunos ejemplos del endurecimiento de los países:

Mientras Austria introdujo controles en su frontera con la República Checa, Dinamarca prolongó los mismos en su frontera con Alemania, incluyendo los puertos con conexiones de ferry. Lo mismo hizo Noruega, que no pertenece a la Unión Europea pero sí al espacio Schengen.

En tanto, Alemania controla fuertemente los pasos fronterizos con Polonia, República Checa y Suiza. Por su parte, Italia reestableció los controles policiales en su frontera terrestre con Eslovenia. Y Francia controla todos los pasos hasta con Estados miembros del espacio.

También Suecia reforzó la frontera, otorgándole a la policía fronteriza más poder, incluidos registros corporales y un mayor uso de vigilancia electrónica. Cabe consignar así mismo, que el Gobierno sueco elevó el nivel de amenaza terrorista”.

Como se aprecia, esto no es nuevo. También, hicimos referencia al tema en distintos artículos:

https://loqvi.com.ar/gana-trump-en-eeuu-se-cierra-el-mundo-argentina-mira/

https://slategrey-deer-906369.hostingersite.com/los-paises-de-europa-se-cierran-cada-vez-mas-hacia-fuera-y-dentro-de-sus-fronteras/

Para graficar mejor esta situación, vale citar un informe difundido por la ONU a comienzos de este año.

Según el mismo, se registraron 304 millones de migrantes en 2024, lo que equivale al 3,7% de la población mundial, casi el doble que hace treinta años.

El principal destino es Europa (con más de 100 millones), seguida de Asia (85 millones) y América del Norte (79 millones).

Crecen los migrantes económicos, pero 10 millones son climáticos

El informe destaca que el Norte Global alberga al 16,9% de la población mundial, pero concentra allí el 44,0% de la riqueza. Por su parte, el Sur alberga al 83,1% restante de la humanidad, con un ingreso anual promedio de 15.800 dólares, en comparación con los 62.800 dólares del Norte.

Esta brecha está impulsando a millones de personas a buscar oportunidades y dignidad en otros lugares”, asegura el trabajo. Las remesas desempeñan un papel compensatorio: en 2024, alcanzaron los 685.000 millones de dólares a países de ingresos bajos y medios (8.300 millones de euros procedentes de Italia).

Además, agrega el informe, “a finales de año, había casi 10 millones de personas desplazadas por el cambio climático, registradas por separado y sin protección oficial. Esto ocurre a pesar de una importante sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la ONU que reconoce el principio de no devolución para quienes sufren impactos desproporcionados de la crisis climática”.

Récord de retornos y repatriaciones en Europa

El documento de la ONU también señala que «Europa vive una paradoja: necesita jóvenes y mano de obra (hasta tres cuartas partes de las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores), pero practica devoluciones inmediatas, subcontratación y detención en sus fronteras”.

N de la R: Con la última decisión, Europa acentúa este camino.

Añade el informe: “En 2024, los cruces irregulares hacia la UE ascendieron a 240 021, una cifra inferior a la de 2023 (-37,1 %), pero aún casi el doble de los niveles prepandémicos”.

Las rutas más transitadas siguen siendo el Mediterráneo central (27,9 %) y el Mediterráneo oriental (29,1 %), mientras que los flujos hacia las Islas Canarias y a lo largo de las fronteras orientales con Bielorrusia y Rusia van en aumento. Según se informa, en el primer semestre de 2025, los cruces disminuyeron a 75 867, pero este descenso refleja el endurecimiento de los controles y los acuerdos de contención, más que una reducción real de las causas de la huida.

Casi un millón de solicitudes de protección internacional en Europa

Europa sigue siendo, por tanto, un destino importante. En 2024, la UE recibió 997 815 solicitudes de protección internacional (de las cuales 83 425 eran solicitudes reiteradas).

Cabe destacar que el número total de refugiados y solicitantes de asilo residentes superó los 8,9 millones, lo que equivale al 2,0 % de la población de la UE.

Sin embargo, más del 75% de las solicitudes se concentran en tan solo unos pocos países (Alemania, 250.615; España, 166.175; Italia, 158.605; y Francia, 157.945), mientras que Estados como Malta, Lituania, Eslovaquia y Hungría registran menos de 1.000 cada uno.

En cuanto a la proporción de refugiados/solicitantes de asilo respecto a la población residente, las más altas se registran en Chipre (7,5%), Alemania (3,7%), la República Checa (3,6%) y Austria (3,4%).

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